Tuesday, December 30, 2008

nostalgia



(Del gr. νόστος, regreso, y -algia).

1. f. Pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos.

2. f. Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida.

--

Hace mucho que no quería escucharla. Hoy la extrañé y no pude aguantar.
Bonita.. Melancólica..

I will sing you to me..

I will..

Sunday, December 07, 2008

You could be from Venus..

Venus - Air



You could be from Venus
I could be from Mars
We would be together
Lovers forever
Care for each other

You could live in the sea
And I could be a bird
We would be together
Lovers forever
Care for each other

If you wear an illusion
I will make it real
We would be together
Lovers forever
Care for each other

If you walk in the sun
I will be your shadow
We would be together
Lovers forever
Care for each other


(Lucy in the dark with diamonds)

Thursday, December 04, 2008

De diciembre..

Pues sí. Es diciembre ya y han pasado muchas cosas. Ahora andaré más escribidor porque abriremos, unos amigos y yo, una revista electrónica. Entonces escribiré al menos cada semana, ja. Pegaré aquí algunas cosas y cuando se inaugure publicaré aquí con liga para allá (para acarrear visitas, pues, je).

También ando bien contento por que nos reencontramos. Y, "por ahora", es lo mejor que pudo haber pasado. Bien contento :D

Y, por las cosas en las que ando trabajando ahora, cada vez conozco más a uno de los partidos políticos que jamás pensé conocer así. Me gusta, estoy aprendiendo mucho y los estoy entendiendo, con algo parecido a la ingeniería inversa, je. Creo que no hacen las cosas tan mal, lo que pasa es que no lo comunican bien, je.

Bueno, ya iré posteando más, cuando haya algo que postear. Mientras, abajo, notas para la nueva revista ;)

Sobre “la(s) izquierda(s)” en México

Según leí en la Wikipedia, los jacobinos, hace unos doscientos diecinueve años, aproximadamente, se reunían en un convento dominico en la calle de San Jacobo en París. Por eso los llamaron así en aquellos bullidos días prerevolucionarios en Francia. También los llamaban “montañeses” (je) porque cuando se realizaban las reuniones de La Asamblea, se sentaban en la parte más alta de la tribuna izquierda.

Los jacobinos fueron un grupo revolucionario extremo al que debemos, si no la ideología completa, al menos el mote de “la izquierda política”, aunque sólo fuera porque se sentaban a la izquierda (!). Fueron extremos porque pensaban, no sin algo de razón, que los parlamentarios, es decir, los representantes encargados de tomar las decisiones de la mayoría en una organización compleja a gran escala, como una nación, debían ser vigilados para no perder el rumbo original de la revolución. Y es que intuían que de pronto alguno podría comenzar a tomar decisiones racionalmente individualistas, o aliadas, da igual, que maximizaran su propio beneficio en lugar del común. Por ello no dudaban en usar la fuerza, cualquiera que fuera, para mantener el orden revolucionario, su orden revolucionario.

Se puede decir más sobre los jacobinos, e incluso sobre los dominicos, de quienes tomaron, no sólo de manera simbólica, sus bases ideológicas (ambos, en principio, se preocuparon por las clases más pobres de la sociedad) pero, por ahora, sólo nos sirve de pretexto para apuntar hacia un tema quizá más actual. ¿Se puede hablar de una “izquierda política” en México? No sé. Y no hace falta recordar que en estas pocas palabras sólo se podrá señalar una línea de reflexión, más que intentar resolver cualquier cosa.

A nivel simbólico (ojo, simbólico) “la izquierda política” mexicana está representada por un conjunto de partidos que encabeza el de la revolución democrática (siguen siendo revolucionarios como los jacobinos, no sé si montañeses, je, pero revolucionarios sí, aunque por otras razones que quizá discutamos luego). Los demás partidos “de izquierda, o al menos los que así se reconocen, son los pequeños Convergencia, el Partido del Trabajo y Partido Social Demócrata. Hoy, hacia el 2009 (año de elecciones intermedias), buscan unirse en coalición.

“Necesitamos ser una izquierda tenaz contra la derecha”, dicen, desde la tan peleada tribuna del nuevo mandatario del Partido de la Revolución Democrática. “Una izquierda constructiva para solucionar los grandes problemas del país”. Y lo que se les ocurrió, creo que la mejor estrategia posible, es unirse. Unir los esfuerzos políticos e ideológicos de izquierda. El problema es que con tantas posibilidades que existen de “hacerse a la izquierda”, honestamente, no creo que lo logren. Pero es un bonito sueño, guajiro, pero bonito.

Como obviamente ser de izquierda implica mucho más que ser zurdo o sentarse a la izquierda de cualquier padre, aunque por él no todo haya sido hecho, dedicaremos algunas notas de esta sección (las escritas por su amable y carismático servidor), Polivalencias, a reflexionar un poco sobre algunos de los principios de la tan desdibujada “izquierda política” actual. Quizá sólo en México, quizá en el mundo, ya lo iremos viendo. Por ahora basta decir, a manera de presentación, que lo escrito aquí no tendrá mayor compromiso que la “promiscuidad ideológica”. Ya hablaremos de ello con más calma en otra ocasión. En ésta, sólo resta agradecer y despedir. Agradecer porque aún hay personas que leen perdidas por ahí, y decidieron invertir valiosos minutos de su tiempo en la lectura de estas líneas. Y despedir porque no hay de otra, todo lo que empieza, en algún momento, llega a su fin. Por tanto, gracias y adiós (o, ¿a Dios? ¬¬).

De mi afición a la Wikipedia

Y no es tanto una afición, es más bien un recurso de búsqueda recurrente en pos de respuestas. Aunque no a las preguntas de siempre como ¿por qué estamos aquí? ¿Para qué vivimos? ¿En qué consiste la fe? ¿Hay vida en otros planetas? ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? ¿Cuál es el sonido de la palma de una mano? O la clásica: si un árbol cae a la mitad de un bosque y no hay nadie cerca ¿cómo se escucha? ¿Se escucha? Je, bueno, no esa clase de respuestas, más bien otras de corte más práctico, como ¿qué es una revolución? ¿Quiénes fueron los jacobinos? ¿Quién inventó el Post-It? y cosas así. Ok, si recurrimos a la definición de “afición” diremos que sí tengo cierta inclinación por la Wikipedia, pero algo así como amor, pues no tanto. El caso es que estas palabras versan sobre ella, y mi opinión de ella, y para allá vamos.

En estos tiempos tan enredados (juego de palabras nada apantallador: en-RED-ados, red=Internet) se habla de muchas cosas en muchos ámbitos. Una de ellas es la inteligencia colectiva, que otros también llaman construcción colectiva de conocimiento. Alrededor de estos conceptos oscilan varios más, igualmente atractivos (!), como: aprendizaje colaborativo, comunidades de aprendizaje, etcétera. Como no nos meteremos en las honduras que implica definirlos, basta con mencionarlos y referir uno solo, el de la inteligencia colectiva. La Wikipedia es un ejercicio de inteligencia colectiva (o, como solemos saber desde hace mucho, “varias cabezas piensan mejor que una”).

En pocas palabras, y para dejarlo de una vez claro, la Wikipedia me parece el ejercicio democrático más importante y representativo de nuestros tiempos. Es un intento por acumular el conocimiento del mundo, pero no por algún personaje ambicioso como Rico McPato, Evenizer Scrush, el Sr. Burns o alguien así (¡malditos cerdos capitalistas!, ja), sino por alguien legítimamente preocupado por las posibilidades de la acción colectiva: Jimbo Wales. Él fue el creador primero de la Nupedia y luego de la Wikipedia (para más información, recurrir a la misma enciplopedia).

El objetivo era claro “crear una enciclopedia libre que todos [TODOS] pudiéramos editar”. Y así es, un sitio web abierto al que cualquier fulano de tal, o hijo de vecino, puede entrar y escribir lo que quiera sobre quien, o lo que, quiera. Obviamente con un propósito informativo y revisado por pares (en palabras llanas, gente igual a ti). Es específicamente esto, la revisión por pares, la característica que me permite hacer tan alarmante afirmación (la de dos párrafos arriba). Y es que de eso se trata la democracia, de más o menos ir construyendo entre todos las condiciones necesarias para seguir conviviendo en santa paz. Aunque estoy claro de que el objetivo de esta enciclopedia es la construcción de conocimiento, ¡nada más!

Uso recurrentemente esta enciclopedia porque confío en sus mecanismos de construcción. En mis pinitos como investigador, sólo la uso como referencia, es decir, para resolver cuestiones menores y jamás la cito, porque a veces sólo mencionarla es ya un sacrilegio para los altos cánones de la investigación académica en México, si es que eso existe (!). El caso es que confío en el resultado de este ejercicio libre y democrático. Quizá no ciegamente, pero sí lo necesario como para recurrir a él en varias y variadas ocasiones.

Y no es que lo que ahí se escribe sea verdad absoluta, o, como diría el hijo del vecino, “la neta del planeta”, pero sí ofrece guías básicas para iniciarse en la comprensión de cualquier cosa. Tampoco digo que rivalice con otros grandes esfuerzos humanos en pos de la reunión de los conocimientos del mundo como la Enciclopedia Británica o... El tesoro de la juventud, je, pero sí me atrevo a sostener mi inclinación por la Wikipedia porque, y a riesgo de terminar esto con discursos cuasipolitiqueros, es la enciclopedia de todos. Entre todos la hacemos. ¡La Wikipedia es nuestra! ¡Hasta la Wikipedia siempre! ¡Conocimiento y libertad! (Ah, no, es “tierra y libertad”, ¿verdad? :S ).